Descripción:
La planta del cafeto se compone de un tronco, ramas, hojas y flores, las flores son reemplazadas más tarde por el fruto, mejor conocido como la cereza del café. De dicho fruto se obtienen las semillas que posteriormente se tuestan y se muelen para obtener el café que se consume habitualmente, sin embargo, de la cereza del café se aprovecha únicamente el 56.42% aproximadamente, porcentaje que corresponde a las semillas. Esto indica que el 43.58% restante del fruto del cafeto no se aprovecha y se considera un residuo y a esto se le conoce como pulpa de café. El proceso de producción del café consta de seis etapas generales que son: cultivo, recolecta, despulpado, lavado y secado, y finalmente el tueste, estas etapas son fundamentales para obtener la bebida que se conoce a nivel mundial. De igual manera existen tres métodos para procesar el café y las fincas productoras optan por el más conveniente de acuerdo a sus necesidades, estos son: método natural o seco, método húmedo y método honey. Cada método tiene características específicas y se diferencian entre sí, sin embargo, en todos se obtiene el mismo subproducto: la pulpa del café, que es todo lo que se desprende del grano durante su proceso de despulpado. La pulpa del café se considera un desecho puesto que solo se utilizan los granos, y este desecho a menudo termina en los cuerpos de agua como ríos, presas, lagos o lagunas, contribuyendo a la contaminación de agua y suelos.