Descripción:
Desde el inicio de la pandemia del 2020, el mundo enfrentó una situación de emergencia sanitaria, lo que llevó a los países a considerar el confinamiento como una forma de evitar la propagación del virus Covid-19, siendo la economía, y el sector educativo quienes más padecieron las consecuencias en diferentes aspectos. Las escuelas tuvieron que cerrar sus puertas y la comunidad educativa se vio obligada a continuar el desarrollo del currículum escolar en otros espacios, siendo el hogar, donde se centró el proceso de enseñanza aprendizaje mediado por las Tecnologías de la Comunicación y la Información (TIC). A partir de estas circunstancias por las consecuencias de la pandemia, los docentes pasaron del sistema presencial a una modalidad en línea de manera abrupta, lo que generó una serie de dificultades que no se habían visto antes porque no estaban lo suficientemente preparados para trabajar en una modalidad de enseñanza distinta. Para dar respuesta a los objetivos de aprendizaje del Plan de estudios de educación básica de la Secretaría de Educación Pública (SEP), se consideró la necesidad de tomar acciones concretas de emergencia para solucionar el problema de que la población estudiantil no perdiera clases o no fuera afectada en su educación escolar. Una de las primeras acciones fue establecer el programa Aprende en Casa, para dar continuidad a los aprendizajes esperados, sin embargo, esta acción no fue suficiente porque las escuelas determinaron trabajar bajo sus propias acciones o actividades para solventar algunos de los problemas que se venían suscitando, como la inscripción de los alumnos que se tuvo que realizar a través del correo electrónico o por teléfono.