Descripción:
La brecha salarial de género se refiere a la diferencia en los ingresos que perciben hombres y mujeres por trabajos similares, un problema que no solo tiene raíces en la discriminación y la segregación ocupacional, sino también en factores económicos estructurales. El objetivo principal de este estudio es analizar si la estructura productiva de los estados mexicanos puede explicar las variaciones en la brecha salarial de género. La hipótesis central plantea que la brecha salarial está estrechamente relacionada con la estructura productiva de cada estado. Específicamente, se espera encontrar que en los estados donde los sectores con alta participación femenina tienen mayor productividad, las mujeres recibirán mejores salarios, y en los estados donde predominan sectores con alta participación masculina, los salarios serán mayores para los hombres.
El análisis de la tesis se basa en datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), que permite estudiar la brecha salarial de género en los 32 estados de México. Para este análisis, se seleccionaron estados representativos de cada categoría de brecha salarial. Entre los estados con mayor brecha salarial positiva se encuentran Michoacán, Guerrero y Jalisco, donde los hombres ganan significativamente más que las mujeres. En contraste, Chiapas, Tabasco y Zacatecas presentan una brecha salarial negativa, lo que sugiere que las mujeres ganan más que los hombres en estos estados. Durango se encuentra en una situación intermedia, con una brecha salarial neutra, sin grandes diferencias entre los ingresos de hombres y mujeres.
Uno de los hallazgos clave de este estudio es que la segregación ocupacional por género sigue siendo un factor crucial en la perpetuación de la brecha salarial. En casi todos los estados estudiados, los hombres tienen mayor representación en sectores altamente productivos como la minería, la construcción y la agricultura. Por otro lado, las mujeres están concentradas en sectores de menor productividad, como los servicios educativos y el comercio minorista.
La productividad laboral en los sectores económicos es otro aspecto clave. Se observó que los sectores con mayor participación masculina, como la minería y los servicios inmobiliarios, tienden a ser los más productivos. En cambio, los sectores con alta participación femenina, como los servicios de salud y educación, muestran consistentemente una menor productividad.
Sin embargo, en los estados con brecha salarial negativa, donde las mujeres ganan más que los hombres, como en Chiapas, Tabasco y Zacatecas, la diferencia salarial no parece estar directamente relacionada con la productividad de los sectores donde predominan las mujeres. Esto sugiere que otros factores, posiblemente históricos, culturales o estructurales, podrían estar influyendo en estas diferencias salariales.