A través de la historia, el hombre ha buscado alargar la vida útil de sus alimentos, por esta razón surgieron las conservas. Existen conservas dulces, saladas, ácidas e inmersas en aceites, así mismo se pueden elaborar de forma artesanal o industrial, estas últimas han tenido un gran auge en los últimos tiempos ya que son de fácil acceso al consumidor. Los ingredientes con los cuales son fabricados van desde frutas, hortalizas, productos de origen animal, hasta diferentes aditivos utilizados para dar o potenciar sabor, mejorar la textura o aumentar su vida útil. Por las condiciones de almacenamiento y la naturaleza de la misma conserva, es decir, sus características propias como pH neutro y alto contenido de carbohidratos, combinados con su forma de almacenamiento el producto se vuelve un medio nutritivo para distintos grupos de microorganismos dando lugar a una rápida descomposición.