El conocimiento tradicional se genera a partir de la relación hombre-naturaleza y éste a su vez es transmitido de generación en generación (Chávez 1983, Gómez-Pompa y Kauss 1992). Además, es la base para el estudio de la disciplina llamada “etnobiología”, que trata de explicar las relaciones (Castetter y Opler 1936, Maldonado-Koerdell 1940, Hernández-Xolocotzin 1985) de los elementos biológicos con sus correspondientes culturales (Toledo et al. 2002), con una actitud e interpretación humana (Rappaport 1979, Cabrera et al. 2002). Actualmente se han ido incorporando nuevos conceptos para el desarrollo de la Etnobiología (Arevalo 1987, Ethnobiology Working Gruop -EWG- 2003), uno de los más importantes es el de “cosmovisión”, que explica, como es que los miembros de una comunidad, percibe culturalmente a la naturaleza. Las cosmovisiones son manifestaciones culturales, al estudiarlas se comprenden los rasgos fundamentales de quienes las generan (López-Austin 1980, 1996; Broda y Baéz-Jorge 2001) y el por qué las generan.