La función principal de la dieta es aportar los nutrientes necesarios para cubrir los requerimientos nutricionales de las personas, pero algunos alimentos originan además efectos positivos en la salud a través de la regulación de alguna función en el organismo que reduce el riesgo de padecer alguna enfermedad, estos alimentos se denominan “alimentos funcionales”. Los alimentos que contienen ácidos grasos omega-3 son considerados como funcionales debido a que existen estudios epidemiológicos que han asociado el consumo de ácidos grasos omega-3 con una disminución significativa de padecimientos cardiovasculares, autoinmunes y otros trastornos, es por ello que las autoridades sanitarias recomiendan aumentar su ingesta en especial de cadena larga como ácido eicosapentaenoico (EPA) y ácido docosahexaenoico (DHA), cuya fuente principal es el pescado. Sin embargo, la escasez de pescado en algunas zonas, sus características sensoriales y su elevado costo hace que en muchas ocasiones el consumidor prefiera otros alimentos.