Descripción:
El vino contiene cientos de compuestos orgánicos e inorgánicos en intervalos de concentración amplios; el tipo y concentración de estos compuestos dependen de diversos factores como el origen geográfico, el tipo de cultivo, las condiciones climáticas, el uso de fertilizantes, y finalmente, de las técnicas de vinificación empleadas para su elaboración.
La composición química de los vinos y sus propiedades organolépticas están estrechamente relacionadas y reflejan de forma evidente la calidad y características propias de cada uno, es por esta razón que su análisis químico ha cobrado importancia en las últimas décadas.
Las técnicas de caracterización de los vinos son diversas y combinan el análisis instrumental (resonancia magnética nuclear, espectroscopía infrarroja, cromatografía de gases y líquidos, colorimetría, amperometría, etc.) con el quimiométrico (análisis de componentes principales, análisis clúster, método del K-entorno más próximo, etc.). El objetivo de estas técnicas es clasificar a los vinos de acuerdo a su contenido de antioxidantes, aminoácidos, aminas biogénicas, etanol, azúcares y ácidos orgánicos.