El desarrollo de la infraestructura en una sociedad y las causas que la motivan es un tema de interés recurrente en la literatura económica1. La disponibilidad y la calidad de la infraestructura física de un país son fundamentales para la consecución de su desarrollo económico y social. Simplemente, no puede haber desarrollo ni reducción de la pobreza sin una política de infraestructura orientada a este fin. La infraestructura puede hacerse patente en un país a partir de la extensión de su red carretera, de su industria de transformación, de telecomunicaciones, de energía, entre otras. Y en general, en los países que gozan de mayores ingresos per cápita y mayores grados de desarrollo económico, se concentran un mayor número de este tipo de infraestructura.