Descripción:
Cuando se reflexiona sobre la actividad docente, se activa una especie de memoria sensible, sobre todo de los años malos a los buenos. Aprender a enseñar conlleva sin duda a realizar primero, una reflexión inmediata sobre lo que estuvo mal hecho, mal explicado, mal ejecutado, para en el siguiente periodo buscar la manera que las cosas salgan mejor, y así quizá tres años para emprender un camino de hallazgos empíricos.