Las patologías cardiovasculares representan la mayor carga de enfermedades no transmisibles (ENT) en México y en el mundo. La génesis de estas enfermedades tiene en común el desarrollo de la placa aterosclerótica en el tejido vascular. La etapa temprana de la aterogénesis está condicionada a la existencia de dislipidemia, es decir altos niveles de colesterol y de triglicéridos asociados a altos niveles de lipoproteínas de baja densidad (LBD) y la activación del endotelio vascular, que favorecen la formación de células espumosas por acumulación de LBD oxidadas en el endotelio vascular, lo que disminuye la producción y biodisponibilidad del óxido nítrico (NO). Este ambiente aterogénico favorece la formación y evolución de la placa aterosclerótica. En la etapa temprana los antioxidantes pueden inhibir la oxidación de las LBD e incrementar la producción y biodisponibilidad del NO.