En la presenta investigación se analiza la organización de la división sexual del trabajo entre los hombres y sus parejas mujeres trabajadoras en una maquiladora en Zempoala, Hidalgo, México. Durante el mes de marzo del año 2020, bajo un enfoque cualitativo se entrevistó en profundidad a tres hombres con la estrategia de historia de vida temática; los datos se analizaron utilizando el análisis de contenido. Los resultados indican que la trayectoria laboral de los participantes se caracteriza por trabajos precarios a tiempo completo y con despido del último o penúltimo empleo. La tradicional división sexual del trabajo en los participantes y sus parejas se reconfigura. Su condición de desempleo y pérdida del rol productivo proveedor, posibilita que participen en labores del hogar y de cuidado de los (as) hijos (as), liberando a las mujeres de la doble jornada de trabajo. El que ellas laboren las posiciona como jefas de familia, situando a los hombres en subordinación económica y toma de decisiones en el gasto y administración de dinero. Ellos, reciben críticas por amigos y familiares sobre su masculinidad debido al incumplimiento del rol productivo y les presentan a la migración como opción para retornar a su rol. El trabajo remunerado les significa reconocimiento social e identidad masculina. La carencia laboral les representa inseguridad económica y experiencias emocionales como: ira, impotencia, tristeza, enojo y vergüenza. Buscan redes de apoyo para actividades académicas de sus hijos (as) y las solicitan únicamente a las mujeres. La restructuración de la división sexual del trabajo permite analizar las nuevas relaciones de poder en ambos sexos; aunque la condición de desempleo de los participantes puede ser temporal o permanente.