Descripción:
Los productos naturales o metabolitos secundarios son específicos de las especies; se consideran como productos para la adaptación de un organismo a sobrevivir en un ecosistema particular (Gutiérrez & Estévez, 2009) y son una fuente rica de compuestos para el descubrimiento de nuevos fármacos (Harvey, Edrada, & Quinn, 2015). En la actualidad, se acepta que alrededor del 60% de los medicamentos que se emplean como agentes anticancerígenos, antiinflamatorios, antibacterianos, antivirales, antifúngicos y antidepresivos, son productos naturales o derivados de ellos (Newman & Cragg, 2016). Particularmente, los productos naturales tienen una gran incidencia en el tratamiento del cáncer, el cual es un padecimiento de muy alto impacto en la salud pública y aunque hay diversos tratamientos para su control, no existe uno que sea 100 % efectivo debido principalmente al desarrollo de resistencia a los fármacos en las células tumorales (Gottesman, 2002). En este sentido, uno de los desafíos en la investigación del tratamiento del cáncer, según el Instituto Nacional del Cáncer (2019), es la obtención de nuevos fármacos que sean efectivos y que además tengan un funcionamiento clave en la inhibición del crecimiento y supervivencia de células cancerosas.
Se conocen diversos productos naturales que se emplean como agentes antitumorales; tal es el caso del paclitaxel (Taxol) (Fig. 1) que fue aislado e identificado de la corteza de Taxus brevifolia, una conífera del noroeste del Pacífico en Norteamérica (Tejo del Pacífico). Actualmente se usa en el tratamiento del cáncer de mama y en combinación con otros compuestos (cisplatino) es usado para el tratamiento del cáncer de ovario (Centelles & Imperial, 2010).