Descripción:
Esta investigación surgió ante la inquietud de entender cuáles eran los cambios que estaban ocurriendo en la acción gubernamental y en las políticas públicas de apoyo al campo durante los primeros cuatro años del sexenio 2018-2024, después de la ruptura política de 2018, en la que arribó al poder un partido político y un Presidente de la República, con una postura política e ideológica fuertemente contrastante con la de anteriores gobiernos. En lo particular, en una lógica deductiva, nos propusimos analizar el Programa Sembrando Vida (PSV), como un instrumento de esa nueva política, que supusimos, estaría materializando todos esos
cambios a nivel de su diseño e implementación. De ese modo, para la comprensión de esos cambios gubernamentales, optamos por usar como marco teórico el concepto de institución y cambio institucional, planteado por tres vertientes del Nuevo Institucionalismo (NI), la económica, propuesta por North (2014), para analizar los efectos del cambio en los agentes económicos rurales, la política o normativa propuesta
por March y Olsen (1997) para estudiar lo acontecido en las organizaciones gubernamentales (Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, SADER, y Secretaría del Bienestar), y la sociológica de Powell y DiMaggio (1999) para conocer el comportamiento de las organizaciones campesinas ante el cambio. Desde estas posturas teóricas, se entiende que las instituciones son las reglas del juego formales e informales, los valores, las normas de conducta, las costumbres y las rutinas, que moldean e influencian el comportamiento de todos
los actores del país. Para el análisis del diseño e implementación del Programa, llevamos a cabo el análisis
probando un enfoque teórico alternativo que visibiliza la dimensión política de las políticas y su enfoque en la atención de la “comunidad”, comparando su aplicación con lo que se obtiene al usar los enfoques tradicionales del modelo racional y de la teoría clásica de implementación. Este trabajo fue de carácter predominantemente cualitativo, con un alcance hermenéutico y la aplicación de técnicas de investigación como el análisis e interpretación documental, de contenidos y de discursos, así como la aplicación de 135 entrevistas semiestructuradas a funcionarios de alto nivel en la SADER y en la Secretaría del Bienestar, exfuncionarios y expertos; dos funcionarios de alto nivel en la Secretaría del Bienestar vinculados con el PSV y del equipo operativo de campo (coordinadores regionales, territoriales, facilitadores y técnicos productivos y sociales), así como representantes de las Comunidades de Aprendizaje Campesino (CAC). De la misma suerte, se organizaron 9 grupos focales y se aplicó un cuestionario a 95 actores vinculados con el PSV. Se hizo además
observación directa y trabajo de campo en Durango, Tlaxcala, Puebla, Yucatán y Oaxaca y, consultas a informantes clave de manera virtual en Chihuahua, Chiapas y Guerrero. Como resultados se encontró que con el cambio institucional, que ha sido abrupto y radical en las políticas de apoyo al campo, ahora se prioriza a los pequeños productores, las regiones pobres y los cultivos básicos con fines de autosuficiencia alimentaria; se apoya de forma directa a productores con pocos programas pero de gran cobertura; se ha dado mucho mayor
protagonismo a la Secretaría de Bienestar que a la SADER; los programas operan de manera muy centralizada y la burocracia participa poco; las organizaciones campesinas han dejado de intervenir en las políticas y en la captura de recursos. Sobre el diseño del Programa se encontró evidencia de que este siguió y se basó en el método racional de elaboración de políticas, siendo un Programa de atención integral, aunque
bastante complejo por la presencia de “multi-objetivos”, además con ciertas insuficiencias en el planteamiento del problema central inicial y en la consistencia de este con los componentes. Desde el modelo de la Polis, el diseño del Programa se vio fuertemente influido por la dimensión política y destaca la integralidad del mismo en cuanto a sus soluciones y la concentración y vinculación de todas ellas al interior de las CAC (enfoque en comunidad), aunque se detectan riesgos y desafíos importantes. Sobre la implementación, esta es bastante compleja por el carácter integral de la intervención del PSV –que incluye a aproximadamente 5,000 profesionales distribuidos en campo– y, por trabajar con la comunidad. Su implementación inicialmente fue de modalidad descendente, pero conforme se han consolidado las CAC se ha ido migrando a un modelo mucho más ascendente. Se identificaron numerosos fallos y brechas de implementación. Con esta investigación se ha probado la relevancia de los enfoques del NI y los conceptos de institución y cambio institucional para entender realidades complejas, aunque faltó profundizar en las implicaciones del cambio. Para el análisis del diseño e implementación se probó el modelo de la Polis, aunque en la implementación el trabajo fue más exploratorio.