Descripción:
Es posible que la forma en que concebimos al gobierno y a la administración pública generen cierta confusión en quien tiene un primer acercamiento con la Ciencia Política o con los términos en sí. El gobierno, es el “conjunto de órganos a los que institucionalmente les está confiado el ejercicio del poder público” (S.I.L.); la administración pública es el soporte del que se sirve el gobierno para realizar sus funciones, es vista como un instrumento del estado operado por el gobierno, que actúa de forma necesaria en pago a la ley en busca del interés público (S.F.P.), en pocas palabras, el gobierno es quien dirige y la administración pública el aparato que ejecuta todas estas acciones.
Los conceptos mencionados son parte de nuestra vida diaria y de nuestra organización social, sin embargo, el gobierno y la administración pública no funcionan por sí mismos, ambos son ocupados por personas, actores que ocupan distintos puestos con la misión de lograr sus
objetivos, a estos actores se les puede conocer como funcionarios o como políticos, y no precisamente se tratan de las mismas personas ni de funciones iguales, de acuerdo con Belmonte (2015), Max Weber indica que los funcionarios son quienes se dedican a las tareas burocráticas, al quehacer del gobierno, mientras que los políticos son quienes, motivados por una causa, buscan un fin mediante la acción política.