Descripción:
Introducción: las mujeres trans (MT) son aquellas que nacen bajo el sexo “hombre”, pero se identifican con el género femenino. La terapia hormonal para la afirmación del género (THAG) genera cambios en la composición corporal que pueden comprometer la salud. Un porcentaje elevado tanto de grasa corporal total como visceral se ha asociado al desarrollo de enfermedades no transmisibles. Objetivo: evaluar una intervención educativa nutricional a través de la metodología de investigación-acción participativa para la modificación de la conducta alimentaria, patrón alimentario y composición corporal en MT usuarias de THAG. Materiales y métodos: Se realizó un estudio de intervención no aleatorizado, exploratorio, longitudinal, comparativo, sin grupo control, la muestra estuvo compuesta por 19 MT, residentes de tres ciudades. Se aplicó una encuesta sobre características sociodemográficas, patrón alimentario, frecuencia de consumo de alimentos y uso de THAG. La composición corporal fue evaluada mediante bioimpedancia eléctrica. Se recogieron medidas antropométricas y clínicas, tomando como referencia los valores para mujeres cisgénero en las guías actuales, las variables continuas son presentadas con media y D.E., mientras que las variables categóricas se presentan con porcentajes. Para comparar la Intervención Educativa Nutricional antes y después se utilizó prueba de Wilcoxon de rangos señalados, además, para comparar el efecto antes y después de la intervención se utilizó g de Hedges. Resultados: la media de edad fue de 40.5 años (DE = 12.8), la media de edad de inicio de THAG fue 26.2 (DE = 10.8), el 47.4% la usaba sin prescripción médica. El consumo de frutas y verduras aumentó al final de la intervención de forma ponderal, además se observó una disminución del consumo de alimentos ultraporcesados. La conducta alimentaria mejoró, reflejándose en el aumento de la autoeficacia en la alimentación al término de la intervención con valores estadísticos cercanos a la significancia. La composición corporal mejoró al término de la intervención, se observó un aumento de masa magra (p=0.044) y una disminución de grasa visceral (p=0.031), así como de la presión diastólica (p=0.017). Conclusiones: las MT mejoraron sus patrones alimentarios; se observó mayor consumo de frutas y verduras, integración de oleaginosas y leguminosas, así como un menor consumo de dulces, alcohol y bebidas azucaradas al término de la intervención. Además, mejoraron su conducta alimentaria y tuvieron una mejora en su composición corporal.