Descripción:
Antecedentes: El bloqueo subaracnoideo es una técnica común en cirugías ortopédicas de extremidades inferiores, utilizando anestésicos como la bupivacaína y la ropivacaína. La bupivacaína, de acción prolongada, es eficaz para bloquear vías sensoriales y motoras, aunque presenta riesgos de cardiotoxicidad y neurotoxicidad. La ropivacaína, también de acción prolongada, prioriza el bloqueo sensorial con menor riesgo tóxico. El fentanilo, un opioide sintético, se emplea como adyuvante para potenciar la efectividad de los anestésicos locales.
Objetivo: Determinar los cambios hemodinámicos, anestésicos y analgésicos postoperatorios de ropivacaína más fentanilo versus bupivacaína isobárica más fentanilo vía subaracnoidea en fractura de tobillo en el Hospital General de Pachuca en el periodo de junio a agosto 2024.
Material y métodos: Se realizó un estudio de cohorte prospectivo con una muestra quedó conformada por 30 pacientes para cada grupo (Grupo A: bupivacaína isobárica 0.5%: 7.5 mg + 25 mcg de fentanilo, Grupo B: ropivacaína 0.75%: 11.5 mg + 25 mcg de fentanilo), las variables a evaluar serán la escala de EVA, presión arterial, frecuencia cardiaca, saturación de oxígeno, duración de la anestesia y presencia de efectos adversos, el análisis estadístico se realizará con el paquete estadístico SPSS v.20.0.
Resultados: El estudio incluyó a 60 pacientes con fractura de tobillo, con edad promedio de 42.76 años y predominancia masculina (56%). El bloqueo sensorial inició a los 2 minutos y el motor tuvo una duración promedio de 131.9 minutos. El 98.3% de los pacientes no reportó dolor a las 8 horas, asociado al rescate analgésico administrado en el 95% de los casos, con un tiempo promedio de 269.1 minutos. El bloqueo sensorial fue más prolongado con ropivacaína, y el modelo de riesgos de Cox señaló que la dosis subaracnoidea con bupivacaína aumentó el riesgo de rescate analgésico (HR = 4.34; p < 0.001). Las constantes vitales se mantuvieron estables, sin complicaciones significativas.
Conclusión: Ambos esquemas anestésicos, ropivacaína con fentanilo y bupivacaína isobárica con fentanilo, demostraron ser opciones efectivas y seguras para el control del dolor en pacientes con fracturas de tobillo. La Ropivacaína destacó por ofrecer una mayor duración del bloqueo sensorial, con estabilidad en las constantes vitales y ausencia de complicaciones significativas.