Descripción:
La anemia hemolítica autoinmune es una entidad nosológica que a menudo representa un reto diagnóstico y que requiere de un estudio multidisciplinario dado que puede manifestarse como una enfermedad de tipo primaria o ser secundaria a otras enfermedades que le confieren una evolución y pronóstico diferente de acuerdo a la enfermedad acompañante, dentro de las que destacan las colagenopatías como el lupus eritematoso sistémico, artritis reumatoide, síndrome de Sjögren, síndrome de anticuerpos antifosfolípidos cada una con su evolución y manifestaciones clínicas respectivas, así como también ser secundarias a enfermedades malignas como los síndromes linfoproliferativos como los linfomas Hodgkin, no Hodgkin y las leucemias linfocíticas crónicas, por lo que es importante realizar un adecuado estudio inicial que ayude a realizar un correcto diagnóstico de la enfermedad, sin embargo la complejidad aumenta cuando se comenta que una anemia hemolítica diagnosticada en primera instancia como primaria puede ser secundaria a una enfermedad oculta que pudiese manifestarse hasta 66 meses más tarde por lo que dichos pacientes deberán mantenerse en vigilancia, razón que despertó el interés de realizar estudios evaluando diversos análisis clínicos, de imagen y de laboratorio en pacientes con anemia hemolítica con la intención de realizar un diagnóstico precoz, sin embargo hasta ahora se ha concluido que no otorga beneficio realizar todos los estudios de extensión para descartar todas las enfermedades secundarias pues el realizarlos o no dependerá de las manifestaciones clínicas de cada paciente.