Descripción:
Introducción. En México, la investigación sobre conductas alimentarias de riesgo (CAR) en universitarios es escasa. Las CAR son antecesoras de los trastornos de la conducta alimentaria (TCA), y se han explorado poco en personas mayores de 19 años. En universitarios hidalguenses las CAR se han reportado cifras entre 3%-3.8%. Las intervenciones para la prevención de los TCA con mayor evidencia son las basadas en la disonancia cognoscitiva, reduciendo las CAR, factores asociados como la insatisfacción con la figura corporal (IFC), promoviendo un peso saludable y manteniendo efectos de 1 a 3 años. Además de las CAR, los universitarios han reportado una ingesta insuficiente de frutas y verduras. Objetivo. Evaluar la efectividad del Proyecto Cuerpo y del PECANSS, a través de la medición de CAR, interiorización del ideal estético de la delgadez (IIED), IFC, afecto negativo (ANE), obsesión por la musculatura (OM), índice de masa corporal (IMC), actividad física moderada-vigorosa (AFMV) y frecuencia de consumo de frutas y verduras (FCFV) en universitarios de ambos sexos. Metodología. Estudio de campo cuasi experimental, longitudinal de medidas repetidas con pretest, postest y seguimiento a un año (Seg1a), aplicado en una universidad pública de Hidalgo; con cuatro grupos intervenidos (GI) y dos grupos controles (GC). Se trabajó con cuestionarios validados y estandarizados para medir CAR, IIED, OM, IFC, ANE, AFMV y se calculó el IMC con autorreporte de peso y talla; la FCFV únicamente se evaluó en el pre test-postest. Muestreo a conveniencia, n pretest=395 (257 mujeres), n postest=379 (243 mujeres) y n Seg1a=318 (207 mujeres), Medad=19.35 años (DE±1.82). Captura y análisis de datos en SPSS 25, se realizó la prueba de Friedman, H de Kruskal-Walis por sexos para evaluar el efecto de las intervenciones. Para la FCFV se realizó T Student, n=304 (hombres=33.5%). Resultados. El efecto intragrupo en las alumnas que recibieron el PC o el PECANSS, mostró una disminución en los diferentes GI para las CAR, IIED, OM e IFC; así como el incremento de la AFMV, el IMC (incluyendo GC) y el ANE en uno de los GI. No se observaron diferencias entre grupos en las variables a lo largo del tiempo, únicamente las universitarias en el postest mostraron diferencias para la IIED y la IFC. La FCFV no mostró diferencias entre el pretest y Seg1a por sexos, pero los GC disminuyeron la ingesta de FV del pretest-Seg1a. Las frutas de mayor consumo en la muestra total fueron: plátano, manzana, naranja, guayaba y mandarina, las verduras fueron: jitomate, cebolla, tomate, lechuga, nopal y zanahoria; la fruta que aportó la mayor cantidad de antioxidantes/día fue la manzana y de las verduras el tomate. Conclusión: El objetivo de la investigación se logró parcialmente, las intervenciones tienen un efecto benéfico intragrupo sobre las CAR y los factores asociados a los TCA, principalmente en las mujeres; además los grupos intervenidos mantuvieron una ingesta similar de FV al Seg1a. Se requiere mayor investigación para identificar las áreas de oportunidad de intervenciones en grupos mixtos (hombres y mujeres), así como de las necesidades de los varones y la promoción de la ingesta adecuada de las FV en los universitarios.