Descripción:
Introducción: En la atención odontológica infantil muchas veces nos encontramos con pacientes que podríamos llamar difíciles, no por el tratamiento que requieren, sino por la disposición de estos ante la situación odontológica. Los agentes que pueden influir en la ansiedad ante el odontólogo pueden ser, género, edad y la frecuencia y el número de visitas dentales las cuales estarán relacionadas a otros factores que pueden influir en el estado emocional general del niño como miedos adquiridos transmitidos por los padres o algunos familiares y experiencias previas negativas y/o dolorosas. Ante este tipo de situaciones el manejo de conducta o técnicas de modificación de conducta serán de mucha utilidad para realizar cada tratamiento satisfactoriamente.
Caso Clínico: Paciente masculino de 4 años 3 meses, que acude a consulta dental en la clínica de Odontopediatría de la Fundación Hidalguense, Pachuca Hidalgo en compañía de sus padres, referido por presentar múltiples lesiones cariosas y dolor. Durante la evaluación notamos un comportamiento errático y poco cooperador por lo cual lo calificamos como un Frankel 2 en comportamiento, hacemos saber a los padres las técnicas de manejo de conducta utilizadas, las cuales consisten en la demostración de las actividades menos invasivas, hasta la restricción física, técnicas que nos permitirán realizar la rehabilitación, se dio a conocer el consentimiento informado el cual fue firmado por parte de los padres para iniciar el tratamiento. Los tratamientos realizados durante la rehabilitación consistieron en: pulpectomías, pulpotomías, ionómeros de vidrio, selladores de fosetas y fisuras, exodoncias y frente estético. Se indicó a los padres dieta fuera blanda durante el tratamiento, modificando la consistencia conforme el tratamiento fue avanzando, se reforzaron las técnicas de higiene bucal (cepillado e hilo) y de conducta conforme el niño lo fue permitiendo, ya concluida la rehabilitación se citó al paciente a los tres meses para dar seguimiento.
Conclusiones: El éxito de la práctica odontológica en niños depende no sólo de las habilidades técnicas del odontólogo, sino también de su capacidad para lograr y mantener la cooperación infantil.