Descripción:
Las infecciones asociadas con un implante ortopédico son un desafío poco frecuente pero grave a la práctica diaria evolucionando tórpidamente y ocasionando discapacidad prolongada, pérdida de bienestar y alto costo de atención. El episodio de la infección asociada con el dispositivo ortopédico inicia con el diagnóstico y termina después de dos años de seguimiento o cuando existe falla terapéutica. A pesar de que la tasa de complicaciones en cirugía ortopédica es baja, el número absoluto de paciente afectados esta en incremento, debido a un creciente número de pacientes con implantes ortopédicos. Se estima que en Estados Unidos de América ocurren más de 35,000 infecciones del sitio quirúrgico después de la colocación de un implante ortopédico. los cuerpos extraños implantados son altamente susceptibles a infecciones bacterianas y fúngicas, debido al compromiso local de defensas de huésped, en un fenómeno granulocitico adquirido llamado "fagocitosis frustrada" por lo tanto es probable que cualquier implante se encuentre en riesgo de infección durante periodos de bacteriemia (1000 UFC/ml sanguínea) el riesgo de infección después de fijación interna oscila entre 0.4% y hasta 16.1% de acuerdo al tipo de fractura (dependiendo del grado de contaminación en fracturas abiertas). No existe un protocolo establecido para diagnosticar la infección en cirugías con uso de implante ortopédico, el diagnóstico tiende a basarse en la evaluación clínica, exámenes de laboratorio, radiografías y cultivos intraoperatorios. El tratamiento inicia con un análisis de los factores que pueden afectar el pronóstico y guiar el tratamiento. El tipo y sensibilidad de los organismos infectantes obtenidas preferentemente de cultivos intraoperatorios es importante y deben guiar el tratamiento antibiótico y la estrategia quirúrgica y terapéutica.