En el ámbito de la vida cotidiana las constantes innovaciones tecnológicas contribuyen al momento de construir nuestra realidad y restructuran la manera de relacionarnos con el mundo. A partir de la masificación de las cámaras fotográficas en el siglo XX y posteriormente con la digitalización de las mismas, la fotografía se posicionó como un factor clave para contribuir en gran medida a la cultura visual actual. Situar a la práctica fotográfica como coyuntura en el entretejido social permite visualizar dicho fenómeno al entenderla como una práctica sociotécnica: un proceso complejo en el que existe una dinámica constante entre los elementos tecnológicos de la fotografía y sus usos sociales. Entonces el paso del uso de la cámara analógica a la digitalización de la imagen conllevó cambios más allá de la forma y reestructuró los aspectos psicológicos y sociales de la fotografía. Por lo tanto, es necesario generar un análisis psicosocial que nos permita un acercamiento a la transformación que ha experimentado en el transcurso de los últimos años para situarla como un recurso significativo para la construcción de discursos. La presente investigación tiene como objetivo conocer algunos procesos psicosociales involucrados en la transformación de la práctica fotográfica al pasar del uso de la cámara analógica a la cámara digital desde la experiencia de inmigrantes digitales. Se aborda desde el enfoque cualitativo a partir de la triangulación metodológica con una observación no participante y siete entrevistas cortas en Real del Monte, Hgo., entrevistas a profundidad a tres inmigrantes digitales que llevan la práctica fotográfica en el ámbito cotidiano y dos relatos de vida de fotógrafos profesionales. El estudio rescata los elementos materiales e inmateriales de la práctica en el ámbito cotidiano, tomando como puntos centrales: el avance tecnológico, la significación y la implicación social; visualizando el proceso de adaptación a los nuevos recursos de nuestros participantes a partir de la resignificación de la fotografía, la intersubjetividad en la práctica y el análisis de algunas características principales de la postfotografía que se presentan en las experiencias abordadas. A partir de este acercamiento situamos a la práctica fotográfica como elemento clave en la construcción de narrativas para generar nuevos espacios socializadores, ya que se considera como una práctica cotidiana que impacta en la construcción de significados individuales y sociales.