La cirrosis es el estadio final de un daño persistente en el hígado, por ejemplo enfermedades como hepatitis o enfermedad hepática por alcohol (EHA); involucra daños como necrosis, colestasis y desarrollo de fibrosis. Es una de las causas principales de muerte en México y en otros países del mundo; uno de sus vectores es el consumo prolongado de alcohol, sin embargo existen otros como virus, la obstrucción de conductos biliares o el uso constante de algunos fármacos que son metabolizados en el hígado. Además, existen pocas alternativas farmacológicas para su tratamiento y de las que hay muchas son paliativas o costosas. Debido a la gravedad del problema es necesario buscar opciones diferentes para el tratamiento de padecimientos hepáticos, o bien, para proteger al hígado contra algunos daños; así, durante varios años se ha recurrido al uso de fitofármacos como tratamiento en padecimientos hepáticos diversos. Muchas especies del género Cirsium han sido utilizadas en varios países por sus efectos antiinflamatorios, antihemorrágicos, ansiolíticos, diuréticos y astringentes entre otros. La especie C. vulgare (Asteraceae), ha sido utilizada principalmente por sus efectos antiinflamatorios, ansiolíticos y antihemorrágicos; además, se han realizado investigaciones que demuestran un efecto anticancerígeno y antioxidante.