Descripción:
Ha transcurrido una década en la operación del nuevo sistema de pensiones de contribución definida del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), el cual transformó radicalmente las bases para el diseño de los sistemas de pensiones en México. El cambio del esquema de financiamiento de reparto con beneficios definidos para los afiliados al IMSS a otro de capitalización con contribuciones definidas a una cuenta individual y garantía de pensión fue trascendental para que por primera vez en el país una institución de seguridad social garantizará la propiedad de los recursos previsionales a sus afiliados. Al mismo tiempo, el cambio permitió avanzar hacia el establecimiento de sistemas de pensiones viables y mejor preparados para las transformaciones demográficas, pues la reforma permitió sustituir un plan de pensiones con amplias garantías estatales pero sin financiamiento de largo plazo y vulnerable al cambio demográfico, por otro diseño previsional más solidario hacia las personas de menores recursos para un número de afiliados que representan poco más de una cuarta parte de la población ocupada del país.