Descripción:
Las infecciones de transmisión sexual (ITS) constituyen una de las patologías más comunes en el mundo. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), “una de cada 100 personas acude a consulta por lo menos una vez al año debido a una infección de transmisión sexual”.1
Uno de los principales problemas de las ITS es que la mayoría de los portadores desconocen su existencia, por lo que una gran parte no se diagnostica.1
La infección causada por el virus del papiloma humano se ha incrementado de forma alarmante sólo en los últimos 20 años y las tasas de mayor prevalencia son en adolescentes y mujeres jóvenes, con incremento en los casos de lesiones intraepiteliales en este grupo, lo que pudiera reflejar cambios en el comportamiento de mayor riesgo asociados con los factores biológicos del desarrollo en la adolescente.2
El comportamiento en la adolescencia puede tener repercusiones durante toda la vida, el exceso de información sexual, la mayor libertad y el desconocimiento de las consecuencias de una actividad sexual sin protección llevan a los adolescentes a incurrir en prácticas de riesgo para la salud.2
El cáncer cérvicouterino (CaCu) es el segundo cáncer en frecuencia en mujeres de todo el mundo.3, 4 La mayoría de los casos ocurren en países en vías de desarrollo. La infección por el virus del papiloma humano (VPH) ha sido reconocido como un factor etiológico para el desarrollo del CaCu en una 99.7% de los casos.3, 5 Pero hay una serie de casos que son atribuibles al VPH en la orofaringe. La mayoría de los casos de cáncer anal son asociados al VPH. Un pequeño número de cavidad oral y los cánceres de laringe, vulva, y pene, con tasas no muy altas. 2, 6, 7, 8