Descripción:
Antecedentes: El tobillo es una articulación de carga. La articulación del tobillo, gracias a su conformación anatómica, puede contemplarse como una de las articulaciones más coherentes y además estables de la extremidad inferior. La estabilidad del tobillo depende de la integridad de los dos complejos ligamentarios distales de la pierna, unidos entre sí por la sindesmosis a la altura de la mortaja tibioperonea distal. En las fracturas del tobillo, la primera preocupación es la inestabilidad residual de la articulación porque pueden afectar de manera grave el comportamiento biomecánico del tobillo resultando en una pérdida de la función. Ciertos patrones de lesión tienen mejor resultado con tratamiento quirúrgico, mientras que otros responden mejor al tratamiento conservador. Se ha reportado una incidencia del 7.9 % de fracturas inestables de tobillo sometidos a tratamiento quirúrgico en el periodo de julio de 2016 a julio del 2017. Objetivo: Evaluar la inestabilidad residual en pacientes con fractura trimaleolar de tobillo utilizando el puntaje de Cumberland Ankle Instability Tool (CAIT), 6 meses después del diagnóstico ya sea con tratamiento conservador o quirúrgico, en el Hospital General de Pachuca. Material y método: Estudio transversal, analítico y retrolectivo. Se tomará el 100 % de los pacientes con fractura trimaleolar de tobillo, en total 46, que hayan sido hospitalizados en el periodo enero a diciembre del 2021. Se empleó el cuestionario de Cumberland Ankle Instability Tool (CAIT), para determinar el grado de inestabilidad del tobillo. Para observar si hay diferencia entre los tratamientos quirúrgicos y conservadores de la fractura trimaleolar de tobillo, se empleará Odds ratios y X2, Los datos serán analizados con el programa estadístico IBM SPSS Statistic 22. Resultados: Se puede observar que las personas que tuvieron cirugía obtuvieron niveles por debajo de 28 en la escala de CAIT en un 23.91 %, numero ligeramente mayor en comparación con los que tuvieron mayor a 28, pudiendo determinar que las intervenciones quirúrgicas tienden a disminuir el riesgo de inestabilidad del tobillo, obteniendo un valor de Chi-cuadrada de Pearson con un valor de p=.025. Por otro lado, la personas que no tuvieron cirugías, el 32.60% de ellas presentaban puntuaciones mayores a 28, por lo tanto, una mayor inestabilidad de tobillo. Se puede determinar que los pacientes que no tuvieron cirugía presentan una mejoría después del tratamiento, relacionado con la estabilidad de sus tobillos. Conclusión: Los pacientes con fractura trimaleolar de tobillo que tuvieron tratamiento conservador, tienen mayor inestabilidad residual, de acuerdo con el puntaje de Cumberland Ankle Instability Tool (CAIT), en comparación con el tratamiento quirúrgico.