Descripción:
La degradación del suelo es un problema global que afecta la productividad agrícola, la salud de los ecosistemas y tiene serias implicaciones socioeconómicas y de seguridad alimentaria. En México, estos problemas se agravan por factores climáticos adversos, prácticas agrícolas insostenibles y una creciente presión demográfica. En este sentido, el presente estudio aborda este fenómeno identificando los principales elementos jurídicos, teóricos y conceptuales para que con ello se construyan dos modelos. El primero, un modelo factorial que permite predecir el grado de susceptibilidad de degradación del suelo en cada una de las entidades federativas que componen a la República Mexicana, tomando como referencia las prácticas agrícolas y de gestión del agua, así como los parámetros climáticos al año 2022, y, el segundo, un análisis clúster con liga de Ward, que permite regionalizar el territorio para establecer el grado de prioridad para atención. A partir del modelo factorial se identificaron cuatro indicadores esenciales (Índice de Agroquímicos, Índice de Presión Agropecuaria, Índice de Estrés Hídrico e Índice de Monocultivos) lo que permitió establecer ejes estratégicos con una serie de líneas de acción que pretenden mitigar esta problemática. De igual forma, en este trabajo se establece el grado de prioridad en siete grupos regionales generados a partir de estos indicadores, lo cual ofrece recomendaciones para mejorar la gestión del suelo y del agua, contribuyendo a la sostenibilidad agrícola a largo plazo.