Cada productor visual crea la diferencia de su obra con la manera de ver, de percibir y de construir lo que busca exponer. La investigación “Objetos resistentes al olvido” es la producción y análisis de tres obras escultóricas realizadas durante el periodo comprendido entre 2013-2015. El tema sobre el que están desarrolladas trata de la resistencia al olvido mediante la apropiación de objetos infantiles que captaron lapsus afectivos y pérdidas materiales. La asociación especifica de tres objetos infantiles con la perdida tanto física y emocional, trasciende en la provocación de un episodio traumático visible en la producción. Los objetos resistentes al olvido son la evidencia artística para conmemorar una parte íntima del recuerdo infantil, empleando como apoyo referencias dentro de las artes visuales y en específico de la escultura. Los productores visuales buscan su propia visión. La obra que aquí es objeto de análisis, evoca los recuerdos infantiles de la autora como base de su propuesta creativa y punto de partida para la estrategia de trabajo. Dicha estrategia trata de impactar en los recuerdos más profundos del espectador: el colapso, la pérdida o la búsqueda de la identidad propia, tanto social como personal. De ningún modo significa que la propuesta de trabajo sea en exceso subjetiva pues en la actualidad, algunas dinámicas sociales que intentan reivindicar los discursos sobre identidad y género, han orientado la esfera de la producción artística a estrechar vínculos con la vida cotidiana. Es decir, la obra que aquí se presenta intenta establecer una metáfora de la vida desde la experiencia propia, empleando para ello los medios y las posibilidades que ya sugiere la actividad escultórica en un marco cultural más amplio como el de las artes visuales. Por ello es necesario acompañar el análisis con referentes visuales para indagar experiencias sensibles compartidas y tratar de validar los argumentos propios.