La prevalencia de Diabetes Mellitus en México es de 14.4% y las complicaciones crónicas de ésta representan la primera causa de mortalidad general, en estos pacientes el estrés tiende a estar más presente desde los inicios de la enfermedad y a lo largo de todo su curso, ya que se considera estresante el solo hecho de padecer una enfermedad metabólica, crónica e incapacitante. El estrés interviene en la enfermedad mediante dos vías una directa y otra indirecta, donde la primera estará asociada con la respuesta fisiológica que puede alterar los niveles de glucosa en la sangre y la segunda ha sido asociada con la interrupción en el automanejo de la enfermedad a través del incumplimiento de la dieta, ejercicio y otras conductas de autocuidado, por lo que es de vital importancia detectarlo y tratarlo mediante técnicas de control del estrés (atención en la respiración, relajación muscular, imaginación guiada, reestructuración cognitiva, actividad física y apoyo social) para lograr un mejor control metabólico en estos pacientes.