Descripción:
La Obesidad Infantil es considerada una pandemia, ya que en los últimos años se ha duplicado su prevalencia en México, esto se ve reflejado en el incremento de la demanda de atención en los servicios de salud por sus complicaciones físicas, psicológicas y emocionales. La obesidad tiene su origen en un mayor consumo de carbohidratos, factores sociales y familiares que influyen en las actitudes y actividades realizadas. Dentro de las funciones básicas de la familia se encuentra la de Cuidado, donde la finalidad es asegurar un sano crecimiento y proveer alimentos que la favorezcan. Los estilos de crianza se definen como actitudes que los padres adoptan para controlar las conductas de los hijos y esta se ve reflejada en 3 tipos, los cuales pueden influir en los hábitos alimenticios y favorecer el desarrollo de la obesidad.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define a la Obesidad como una acumulación anormal o excesiva de grasa, a partir de un Índice de Masa Corporal (IMC) mayor de 30, y lo considera perjudicial para la salud.
La Confederación Nacional de Pediatría A. C. define obesidad infantil cuando existe un IMC mayor de dos desviaciones estándares en niños mayores de 2 años, y considera su etiología en una ingestión excesiva de carbohidratos, estilo de vida sedentario. Mientras al sobrepeso lo define cuando existe un IMC mayor de una desviación estándar. El IMC se obtiene dividendo el peso/talla en metros cuadrados (kg) / (m)2, se considera como el indicador más práctico, económico y de uso universal para clasificar el estado nutricional infantil. La Revista Mexicana de Pediatría, define a la obesidad como el exceso de grasa relacionado entre talla y peso, y considera diagnostico valores por encima del 120% del valor normal; clínicamente se encuentra aumento en el tamaño del grosor de los pliegues cutáneos de tríceps y bicipital, el lMC se va a situar por arriba del percentil 85, o del 95% en las tablas del consenso del Centro Nacional de Estadísticas en Salud de Estados Unidos.