La contaminación de acuíferos es un creciente problema el cual exige cada vez una mayor demanda para su análisis y evaluación. Los acuíferos someros como es el caso del acuífero del Valle de Tulancingo pueden causar contaminación transversal de acuíferos profundos por la penetración de un acuitardo intermedio a través de intervalos arenosos, a lo largo del revestimiento de pozos, o en las inmediaciones de lentes de acuitardos. El valle de Tulancingo se ubica en la Región Hidrológica No. 26 “Cuenca del Río Pánuco”, ubicada al centro-noreste de la República Mexicana. La Subregión corresponde al Alto Pánuco del Río Moctezuma, del cual es afluente el río que recibe diferentes nombres: Quetzalapa, Amajac, Metztitlán y Río Grande Tulancingo. La cuenca en la que se aloja el acuífero corresponde a la Parte Alta de la Cuenca del Río Metztitlán, cuya superficie abarca porciones de los Estados de Puebla, Hidalgo y Veracruz. En el Valle de Tulancingo el estado de los ríos está profundamente influido por la actividad humana, un ejemplo es la incorporación de los residuales de suero lácteo a las corrientes fluviales y los vertidos de aguas municipales e industriales sin tratar. Por ello, se considera que el acuífero está amenazado por la actividad humana y es necesario evaluar su vulnerabilidad ante las actividades antropogénicas y controlar su calidad sistemáticamente debido a que no se le da ningún tipo de tratamiento a los desechos originados y esta situación tiene un impacto sobre el acuífero y suelo de la región.