La discrepancia de género surge cuando una persona (en este caso un varón) no se percibe lo suficientemente masculino; a partir de esto (en algunas situaciones) surgirá la hiperestereotipación de su conducta (Pleck, 1995), lo cual puede ser visto como un factor de riesgo a su salud mental (tomando en cuenta que muchas de las características atribuidas a su género de por sí son un indicador de riesgo). La presente investigación buscó descubrir y describir cómo es que la discrepancia de género en el varón repercute en el desarrollo de malestar emocional. Se utilizó la metodología cualitativa, aplicando entrevistas semiabiertas a cinco hombres con discrepancia de género, para obtener su percepción ante esta y el malestar emocional que pudo haber ocasionado. Se encontró que los varones experimentaron sentimientos percibidos como adversos, como el enojo, la tristeza y el miedo; esto en respuesta a la autocrítica y a los comentarios de su entorno en cuanto a su masculinidad.