La química organometálica es considerada un puente entre la química orgánica y la química inorgánica puesto que su estudio involucra compuestos que tienen enlaces metal-carbono; dicha interacción enlazante puede ser entre uno o más átomos de carbono de un grupo o molécula orgánica y metales de transición, lantánidos, actínidos y metales de los grupos principales. Dentro de los complejos organometálicos también podemos encontrar enlaces entre los metales y los demás elementos comunes de la química orgánica tales como enlaces metal-nitrógeno, metal-oxígeno, metal-halógeno y metal-hidrógeno, entre otros. Recientemente se ha puesto mucho interés en la química organometálica, debido a su importancia en catálisis homogénea. La investigación de los aspectos fundamentales de la química de los complejos organometálicos ha descubierto un gran número de reacciones que involucran diferentes modos en que los ligantes pueden unirse a centros metálicos. En muchos casos, los resultados obtenidos se han usado para mejorar el rendimiento de los productos y la selectividad de las reacciones catalíticas. Por otro lado, el estudio de cúmulos metálicos carbonílicos del tipo [M3(CO)12] [M = Fe, Ru, Os] se ha desarrollado ampliamente debido al avance de los diversos métodos instrumentales como la difracción de rayos X de monocristal, que ha sido empleada para confirmar estructuras de cúmulos cuyas estructuras se propusieron hace más de medio siglo.