Los beneficios que se han mostrado con el uso de la nutrición parenteral no han estado exento de efectos adversos y complicaciones de diversa índole tanto relacionadas a las preparaciones de las mezclas de nutrición parenteral o así mismo como asociadas a la colocación de catéter endovenosos centrales. Estas complicaciones obligan a limitar su uso y con ello a administrar una inadecuada nutrición de los pacientes que lo requieren con una vigilancia estrecha de la composición de la misma. En el Hospital General de Pachuca, no existe un servicio de NP específico, se cuenta con el apoyo de una empresa especializada en práctica segura para las formulaciones de NP (SAFE), que nos muestre normas de manejo similares en todos los pacientes, sin embargo cada tratamiento es individual, con una vigilancia estricta de las condiciones clínicas y bioquímicas del paciente y soluciones parenterales con nutrientes apropiados para los recién nacidos. Por lo anterior se considera que son múltiples los factores de riesgo que causan este problema y que sean estos difícilmente modificables, pero que podríamos identificar a los pacientes que tengan los mayores riesgos de daño hepático y con esto establecer tratamientos oportunos o alternativos para evitar mayor daño. En nuestro estudio se dieron a conocer con los resultados las medidas necesarias a tomar de acuerdo a cada paciente, así mismo es importante también involucrar un servicio de nutrición pediátrica y en su caso un servicio de gastroenterología pediátrica quien de igual forma deba dar las recomendaciones necesarias de acuerdo a la patología en tratamiento y con esto ofrecer una atención de calidad a nuestro servicio de cuidados intensivos neonatales. Se podrán crear nuevas ideas y conceptos del uso de NP en nuestros jóvenes estudiantes y residentes en preparación en el área de Pediatría.