Descripción:
La diabetes mellitus es una enfermedad crónica considerada actualmente por la Asociación Americana de Diabetes (ADA), como un problema de Salud Pública. Esta enfermedad produce un impacto socioeconómico importante en el país que se traduce en una gran demanda de los servicios ambulatorios, hospitalización prolongada, ausentismo laboral, discapacidad y mortalidad producto de las complicaciones agudas y crónicas.
La mejora de la calidad de vida relacionada con la salud se ha convertido en la última década en el objetivo primordial de la intervención terapéutica y sanitaria de los pacientes con diabetes mellitus. Y es que no solo los síntomas de la diabetes deterioran la capacidad funcional y la percepción de bienestar del paciente, sino también las complicaciones futuras y las enfermedades asociadas a la diabetes, como cardiopatías, hipertensión arterial, obesidad, etc.
En tal sentido, Spitzer (1987) considera que en el caso de los pacientes diabéticos se hace necesario evaluar los siguientes ámbitos: el funcionamiento físico, funcionamiento social, el estado mental –emocional, la influencia de los síntomas, y por último la percepción del bienestar del paciente. Ámbitos que deben ser tomados en cuenta en cualquier tipo de diabetes; así mismo, afirma que en el control de la diabetes deberían tenerse en cuenta como objetivo principal la calidad de vida.