La Inclusión Financiera es considerada como uno de los temas más importantes en la agenda global orientada al crecimiento económico sostenido y sustentable. Por otra parte, la complejidad económica cobra relevancia toda vez que ayuda a conocer hacia dónde es posible diversificarse y sofisticarse cada región, lo cual va a permitir entender y dar solución a los desafíos actuales. Ambas variables se encuentran asociadas al crecimiento económico. El objetivo general del trabajo es evaluar la inclusión financiera con relación a la complejidad económica a nivel municipal en México para proponer recomendaciones que impulsen la sofisticación productiva y reduzcan la exclusión financiera en las regiones. Como primer paso fue explorar las conexiones de la inclusión financiera a través de la revisión sistemática de la literatura para identificar los temas emergentes, por lo que se revisaron 3,416 artículos de 1998 a marzo 2023 pertenecientes a las bases de datos de Scopus y Web of Science, encontrando ocho temas semánticos con los que está relacionada, siendo éstos la tecnología y el dinero móvil, los concernientes a la emisión de CO2, calentamiento global y contaminación en el ambiente, así como el empoderamiento de las mujeres, la educación financiera, las microfinancieras con sus microcréditos, al igual que el desarrollo de indicadores que midan a la inclusión financiera en sus distintas dimensiones, la reducción de la pobreza y desarrollo económico en economías rurales y finalmente con la igualdad social y de género. Esto permitió identificar que un campo que aún tiene mucho que aportar es el referente a la construcción de un índice de inclusión financiera, principalmente porque el concepto ha evolucionado constantemente. Es así que, con la metodología para construir el Índice de Desarrollo Humano, se computan dos índices de inclusión financiera, uno referente a la dimensión de acceso (IFA) y otro a la de uso (IFU) considerando un periodo de tiempo de 2016 al 2021 con datos de la CNBV. Para determinar cómo se clusterizan los valores altos y bajos se realiza un Análisis Exploratorio de Datos Espaciales, donde en términos generales, se identifica que tanto en IFA como en IFU el norte del país agrupa los valores altos, en el centro convergen tanto valores altos como bajos, y en el sur se tienen los clústeres de valores más bajos. Una vez construido el índice, es importante compararlo con otros indicadores, eligiendo el de complejidad económica debido a que, al analizar la literatura, se encuentra que ambos benefician el crecimiento y desarrollo económico de un país, sin embargo, no existe estudio con evidencia empírica que demuestre esta relación, siendo éste el primer trabajo que lo hace. Es así que se desarrolló un estudio empírico haciendo las estimaciones del Índice de Complejidad Económica y el Índice de Inclusión Financiera (de acceso y uso) para el año 2018. A partir de dichos índices se realiza un análisis descriptivo, correlacional y exploratorio de datos espaciales. Los resultados muestran que la inclusión financiera y la complejidad tienen una correlación directa, intensa y significativa, aunado a una autocorrelación espacial positiva. Lo anterior es evidencia empírica valiosa porque se demuestra que los polos de alta complejidad económica son a su vez polos de inclusión financiera (uso) y que las zonas significativamente bajas en términos de complejidad son zonas de exclusión financiera (acceso). Una limitación del trabajo es que se basa en 2 de las 4 dimensiones de la inclusión financiera. La originalidad de la investigación radica en que no existen estudios previos que relacionen la inclusión financiera con la complejidad y que ésta última es calculada haciendo uso de un mejor proxy de las capacidades industriales a escala municipal.