Descripción:
La formación del Estado de Hidalgo y su separación del Estado de México, no sólo fue un suceso inter regional de pugna de la clase política toluqueña en contra de las
demandas separatistas de varios jefes políticos locales de Huejutla, Tulancingo, Apan y otras regiones. Tampoco podemos reducir la creación de Hidalgo a un mero litigio legislativo-judicial, o a la buena voluntad de vecinos y algunos líderes políticos que se quejaban por la explotación económica que se ejercía desde Toluca.
Al respecto estoy consciente que las explicaciones históricas provenientes de la clase intelectual, principalmente pachuqueña, tienen mucho peso e influencia en la formación cívica de la sociedad, a tal grado que el aparato estatal las ha hecho suyas para formar la versión oficial de la creación del Estado de Hidalgo. No es mi intención desacreditar esta corriente histórica, que en muchos aspectos se basa en lo superficial, en lo anecdótico y en la buena fe para presentar la historia de la erección de la entidad hidalguense como un acto de justicia frente al abandono económico, social, político y cultural del Estado de México y de su capital Toluca.