Un cúmulo metálico se define como un compuesto que contiene dos o más átomos metálicos que se encuentran unidos por enlaces directos metal–metal o de una forma substancial [1]. La frase “enlaces metal-metal directos o substanciales” resulta ser bastante ambigua porque las distancias de los enlaces metal–metal varían en un intervalo considerable aún para compuestos con el mismo orden de enlace. Los datos cristalográficos han proporcionado los radios covalentes de los metales de transición en estado sólido [2], y se ha encontrado que el doble del valor de estos radios puede proveer de un parámetro para indicar la presencia de un enlace metal-metal considerable. Se sabe que cuando la distancia de enlace metal-metal no excede la suma de los radios covalentes en más de un 15 % se considera formalmente como un enlace covalente