Descripción:
México ocupa el segundo lugar a nivel mundial en reutilizar aguas residuales para riego agrícola con 350 mil hectáreas, de las cuales 90 mil por problemas de escases de agua, son del Valle del Mezquital, Hidalgo (Garza, 1994).
La sustentabilidad del riego agrícola con agua residual se debe el aporte de nutrientes y la disminución de gastos de fertilización; pero existe riesgo sanitario y toxicológico, especialmente en especies hortícolas (Cuenca et. al., 2001).
El objetivo de la investigación fue evaluar el efecto del riego con aguas residuales en la calidad poscosecha de las hortalizas producidas en el Valle del Mezquital.
La caracterización de las fuentes de agua para riego agrícola indicó diferencia estadística significativa (P<0.05) entre las fuentes Ojo de Agua, Manantial Manón, Presa Endho, Canal Requena, Canal G5 y Canal de Cadenas en función de las propiedades fisicoquímicas, el contenido de coliformes y de metales pesados, aunque dentro de los límites permisibles de la NOM 001 Ecol 1996.
La evaluación de la desinfección de las hortalizas de Betabel, Cebolla, Coliflor y Zanahoria indico diferencia estadística significativa (P<0.05) entre las hortalizas desinfectadas con Hipoclorito de Sodio (20 ml/L), con Microdin y las lavadas con agua destilada respecto a coliformes, enterococos, salmonella, hongos y levaduras. Las hortalizas desinfectadas con Hipoclorito de sodio (20 ml/L) presentaron los mejores niveles de eliminación de microorganismos respecto a las desinfectadas con Microdin y las lavadas con agua destilada.
La determinación de metales pesados en el órgano de consumo de las hortalizas establece diferencia estadística significativa (P<0.05) entre las hortalizas de Betabel, Cebolla, Coliflor y Zanahoria en relación al contenido de Fe, Mn, Si, Mg, Zn y Pb; sin embargo, todas estas hortalizas tienen concentraciones de metales pesados Incluyendo Pb, inferiores a los niveles de tolerancia para vegetales según la NOM-130-SSA1-1995.
La evaluación de las propiedades fisicoquímicas de las hortalizas después de la desinfección de sus órganos de consumo indicó diferencias estadísticas significativas (P<0.05) entre las hortalizas desinfectadas con Hipoclorito de sodio (20 ml/L), con Microdin y las lavadas con agua destilada respecto a % de sólidos solubles totales, % pérdida de peso, % de clorofila, color en relación a L, a, b y firmeza. Observándose que las hortalizas de Betabel, Cebolla, Coliflor y Zanahoria a los 9, 14, y 21 días de almacenamiento respectivamente; muestran que las que fueron desinfectadas con Hipoclorito de sodio (20 ml/L) y con Microdin presentan mayor concentración de sólidos solubles totales, menor porcentaje de pérdida de peso, menor contenido de clorofila, menor disminución en color con respecto a L, a y b, así como la menor perdida de firmeza.
En general, aplicar tratamientos de desinfección con Hipoclorito de sodio (20 ml/L) y con Microdin contribuyen a la sustentabilidad de la producción de hortalizas bajo riego con agua residual conservando los parámetros fisicoquímicos de calidad, incrementando la vida de almacenamiento y disminuyendo el riesgo de salud para el consumidor.