Para que en una sociedad la democracia funcione, es necesaria la participación de todos y cada uno de sus integrantes, es así cuando un Estado llega a consolidarse democráticamente. Es por eso que los jóvenes como parte fundamental de un Estado, son el núcleo de movilización de ideas nuevas y acciones, (es decir son revolucionarios por naturaleza, tal como lo decía Vicente Guerrero, “Ser joven es ser revolucionario”) son ellos los que manejaran y tendrán en sus manos el timón de la evolución.