Desde el siglo XIX las prendas de vestir de mezclilla han tenido un auge en la demanda a nivel mundial, de ser prendas para trabajos rudos, a ser inclusive prendas de alta costura sofisticadas. México es un productor de tela de mezclilla con alta calidad y variedad en texturas, permitiendo una mayor demanda por otros países, en especial Estados Unidos. De acuerdo a la Cámara Nacional de la Industria y del Vestido (Canaive, 2013) México es el segundo proveedor de tela de mezclilla y el principal proveedor de prendas de vestir de mezclilla de Estados Unidos, de ahí que 5 de cada 10 pantalones de mezclilla que se venden en Estados Unidos son de origen mexicano, representando el 48% de ventas de jeans en Estados Unidos (Rodríguez, 2013). Contribuyendo para ello una serie de factores como: la ubicación geográfica, así como aquellas que ofrecen los tratados comerciales por medio de las reglas de origen, quedando exentos de aranceles los productos textiles mencionados e integración de la cadena productiva. En relación a esta última los acuerdos comerciales, representan una ventaja importante, como lo es el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), referenciada dentro del Anexo 300-B: Bienes textiles y del Vestido, en la Sección 2: Eliminación de Aranceles, que establece una eliminación gradual progresiva de bienes textiles y del vestido originario, acorde al Capítulo IV: Reglas de Origen, Articulo 401: Bienes originaros.