En este estudio se comienza reflexionando sobre la incidencia de las variables demográficas que tiene la estructura de la población como son: la migración, la mortalidad, natalidad y la fecundidad que han definido características propias de la estructura poblacional. Por ejemplo, en occidente, especialmente países europeos, la transición demográfica hacia la vejez, tardó en desarrollarse aproximadamente 200 años, durante ese tiempo, disminuyeron las tasas de mortalidad y fecundidad, al tiempo que se incrementó la esperanza de vida. Para tener un referente de lo ocurrido, en la época feudal, la esperanza de vida de la población era aproximadamente de 30 a 40 años, que con el paso del tiempo se incrementó, teniendo así un cambio en las estructuras de la población que se expresa en una población longeva y numerosa. Tomando como referente la transición demográfica ocurrida en Europa y a comparación de la que se vive actualmente en México, se presentan cambios poblacionales en un periodo de tiempo menos prolongado que en Occidente, si bien en la actualidad, América Latina por su población, es considerado como un continente joven; esto proyecta a México, con una población envejecida para el año 2040. La importancia de la población joven en el país, se refleja en los espacios públicos, se puede ver desde la infraestructura urbana y los servicios que ofrece, pues ha sido planeada por una sociedad joven con todas sus capacidades tanto fisiológicas como mentales. La construcción de la ciudad para la población predominante en México (los jóvenes), es una forma de ver la exclusión social para personas con capacidades diferentes o para las personas cuyas habilidades de adaptabilidad en la urbe han sido disminuidas o afectadas por el paso del tiempo.