Descripción:
La Insuficiencia Renal Aguda (IRA) como entidad patológica, una vez establecida, tiende a progresar hacia la Insuficiencia Renal Crónica (IRC). La progresión ocurre incluso cuando el proceso o enfermedad primaria ha sido tratada o es aparentemente inactiva, lo que indica que las adaptaciones y alteraciones en las nefronas que sobreviven a esa primera agresión, causan finalmente la pérdida de dichas nefronas y por lo tanto, la insuficiencia renal Terminal, siendo en general infructuosos los esfuerzos dirigidos a parar o enlentecer esta progresión1
Los factores que tradicionalmente se han señalado como implicados en el desarrollo de la glomeruloesclerosis y en la progresión de la insuficiencia renal aguda son la hipertensión arterial sistémica (HTA), la proteinuria, la ingesta proteica diaria, la hiperlipidemia y la hipertrofia glomerular. Partiendo de este punto los profesionales de la salud, una vez diagnosticada la insuficiencia renal aguda, deberán dar un seguimiento al paciente, ya sea hospitalizado o con orientación para realizar las prácticas de autocuidado en su domicilio, por lo que específicamente el profesional de enfermería se encuentra comprometido a proporcionar la atención al paciente con Insuficiencia Renal Aguda ( IRA ); en primer lugar en la identificación de sus necesidades para planear sus intervenciones, basadas en el Proceso Atención de Enfermería siguiendo la metodología de carácter científico bajo los conceptos del la Teoría del Déficit del Autocuidado de la teórica Dorothea Elizabeth Orem, quien enfoca sus microteorías a la satisfacción de las necesidades de Autocuidado del individuo con un enfoque holístico.