Descripción:
Las fracturas intraarticulares del tercio distal de la tibia son poco frecuentes representan el 1% de las fracturas de la extremidad pélvica y entre el 5 y 10% de todas las fracturas tibiales, son resultantes de mecanismos de alta energía con carga axial. Durante muchos años se consideraron complejas y se optaba por el manejo conservador. En su artículo de 1979, Rüedi y Allgower , recomendaron el tratamiento quirúrgico con reducción abierta y fijación interna con placas, mostrando mejores
resultados con respecto al tratamiento no quirúrgico; Cuando este protocolo se aplicó a fracturas de alta energía con lesiones graves en los tejidos blandos, se obtuvieron altos índices de complicaciones en hasta el 37% de las fracturas.; En consecuencia, los cirujanos comenzaron a implementar la fijación externa en un intento por limitar la lesión a los tejidos blandos. Más recientemente, ha habido un retorno a la fijación externa con fijación interna a través de protocolos por dos etapas que permiten la resolución de la inflamación de los tejidos blandos antes de la exposición quirúrgica de la fractura. Con respecto a las altas tasas de complicaciones como son: la mala cicatrización de heridas, osteomielitis e incluso amputaciones infratuberositarias de tibia, ha alentado a muchos cirujanos a utilizar las técnicas de la fijación mínima invasiva en un solo tiempo. Independientemente de la opción de tratamiento, los estudios han demostrado que estaslesiones son graves con déficits funcionales a largo plazo.