La donación de órgano y tejidos con fines de trasplante se ha convertido en las últimas décadas en un equivalente de evolución tecnológica, de avances en la ciencia médica, pero sobre todo en un cambio en la cultura de los países en desarrollo; ya que muchos son los factores limitantes para que uno de los actos más altruistas de la humanidad se lleve a cabo. En México la cultura de donación de órganos se ha desarrollado lentamente debido a que muchos de estos factores limitan a la población en una desinformación, apego a creencias erróneas acerca del tema que resultan en negativas en el proceso, a diferencia de países como España donde la actitud, conocimiento y aceptación hacia la donación de órganos ha ido en aumento; como también ha disminuido la negativa de la población hacia la aceptación de la donación de órganos, con forme la gente cuenta con mayor información y se tiene más difusión y discusión acerca del tema. Son varios los factores negativos hacia la donación los que se han documentado en la literatura mundial. En diversos estudios y encuestas de opinión se hacen notorios los motivos por los que aceptar ser donante o aceptar la donación de órganos de un familiar cercano se ve limitada por factores en la mayoría de los casos modificables, entre ellos la desinformación y la falta de comunicación entre los familiares, siento este último una barrera por la que no se cumpla la voluntad por parte de los familiares de una persona que ha aceptado voluntariamente ser donador.