Descripción:
El concepto de emprendimiento ha tomado mayor fuerza en las últimas décadas, debido a que ha sido un generador del desarrollo económico y social. Se asocia con la creación de empresas ya que representa una de las fuentes de progreso en la sociedad actual, lo que ha generado inversiones en la economía local, creando nuevos empleos y aumentando la competitividad e innovación (Salinas y Osorio, 2012). Se añade que la inserción en el mercado laboral a través del emprendimiento o el autoempleo, representa una vía para la producción de bienes y servicios innovadores (Canales, Román, & Ovando, 2017). Como antecedente, Espíritu y Sastre (2011) mencionan que el tema de emprendimiento surgió en los años setenta del siglo pasado, pero que fue en los Estados Unidos a principios de los años ochenta que adquirió un verdadero interés por desarrollarse obteniendo un reconocimiento total durante la década de los noventa.
Cabe mencionar que las iniciativas de emprendimiento cada vez son mayores en los jóvenes, recurriendo a esta actividad como un medio para crear su propio empleo y ser independientes (Martínez, 2016). Los egresados universitarios pueden incorporarse al mercado laboral al emprender un negocio, de manera individual o familiar, lo que conlleva a una oportunidad para mantener o aumentar un ingreso. Por otra parte, se intuye que los estudiantes universitarios con formación empresarial tienen una mayor intención de emprender, además de estar influenciados por factores sociodemográficos, psicológicos y situacionales (Espí, Arana, Heras, & Díaz, 2007). Por lo cual es importante conocer las características que les permitan visualizar, definir y alcanzar objetivos, adquiriendo competencias que integren un perfil emprendedor (Isbenberg, 2010).