El agua es un producto indispensable para las diferentes actividades que el ser humano realiza de manera cotidiana tales como el aseo personal, la elaboración de alimentos y por supuesto, la hidratación. También se utiliza en grandes cantidades en la elaboración o fabricación de la mayoría de productos tanto alimentarios como no alimentarios; así como en la prestación de servicios. Las fuentes de abastecimiento de agua tienen una variedad natural en la calidad, la cual depende en gran parte del origen del suministro; el agua para uso y consumo humano requiere de un acondicionamiento previo que elimine o reduzca la posible contaminación química o por agentes infecciosos hasta niveles que garanticen que su consumo no ocasionará riesgos a la salud de las personas.