Esta investigación pretende hacer un análisis respecto al antecedente laboral y las características sociodemográficas y de salud, como determinantes predictores de la participación económica del adulto mayor en México. Esto bajo el contexto de cambio en la estructura por edad de la población mexicana, con un aumento importante en la población de 60 años o más y crisis en el empleo. La participación económica de las personas envejecidas depende en gran medida de su seguridad económica, ésta se define como la capacidad de disponer y usar de forma independiente una cierta cantidad de recursos económicos regulares y en montos suficientes para asegurar una buena calidad de vida, y así, satisfacer sus necesidades disponiendo de independencia sobre todo en la toma de sus decisiones (Guzmán, 2002). De modo que, la seguridad económica de los individuos es la contra cara de la pobreza en la vejez, permitiendo generar las condiciones para un envejecimiento con dignidad y que es la legítima aspiración de toda persona que llega a una edad avanzada, un ideal que en países subdesarrollados como México no existe.