Adoptar a un menor, no implica solamente asegurarle o proporcionarle un desarrollo integral o material, es también atender sus necesidades sociales, emocionales y hasta psicológicas, para vincularse así con él a través del contexto social de donde proviene con aquel contexto en donde trata de adaptarse. De este modo, la investigación está enfocada en analizar el proceso de una adopción, fuera de un marco legal e institucional, es decir, informal o atípica, para comprender cómo incorpora nuevos y diferentes elementos socioculturales en sus primeros meses de adoptado dentro del sistema familiar y del mundo social en donde se encuentra ahora inmerso, y, asimismo, explicar qué especie de ritos de transición organizaron o estructuraron su liminalidad y saber así qué dificultades o conflictos individuales de identidad existieron como consecuencia de este proceso.