Descripción:
Durante los últimos años, una de las principales preocupaciones de las autoridades sanitarias y de los gobiernos, ha sido la mejora de los servicios de salud, para tal finalidad, se han propuesto muchos esquemas que varían en complejidad pero que tienen como común denominador el conseguir un mejor empleo de los recursos materiales así como de los humanos con el propósito de proveer atención al paciente a fin de curar o aliviar sus enfermedades, este propósito exige, según las etapas de la cadena terapéutica del medicamento: un diagnóstico médico, prescripción, dispensación y administración de los medicamentos, seguimiento del paciente y de su medicación.
En ninguna parte es más evidente la necesidad de infraestructura para la atención diaria de pacientes que el abastecimiento de medicamentos esenciales. De hecho, la medicina sólo puede ejercerse con eficacia cuando la gestión de medicamentos es eficiente. Este axioma es igualmente válido tanto en los países desarrollados como en los que están en vías de desarrollo. Sin embargo, en los países menos prósperos, las insuficiencias de la prestación de servicios de atención primaria de salud se atribuyen una y otra vez a deficiencias en la cadena de distribución de medicamentos. Sólo cuando se ha aceptado al farmacéutico como miembro vital del equipo de atención de salud, se pueden organizar los servicios de apoyo necesarios con el profesionalismo que exigen.