La lesión renal aguda es común en pacientes con cirrosis y ascitis, se presenta en un 19% de los pacientes cirróticos ingresados a hospital y la enfermedad renal crónica se presenta en aproximadamente el 1% de todos los pacientes con cirrosis (1). La combinación de enfermedad hepática crónica y disfunción renal puede surgir como resultado de condiciones sistémicas que afectan a ambos órganos, pero también puede ser resultado de complicación de otras anomalías estructurales, como en las crioglobulinemias; estos episodios de disfunción renal pueden ocurrir de forma aguda y se asocian con una morbilidad y mortalidad significativa (1).